Es difícil saber cuándo termina el placer y cuándo comienza el dolor, pero está claro que conviene saberlo. «De haberlo sabido», ese suspiro que casi siempre llega tarde, salió más de sus entrañas que de sus labios. Luego llegó la discusión, mi huida, los copos. Al igual que conviene conocer en qué lado del límite […]